El
Beato Narciso Basté Basté fue un sacerdote jesuita español que destacó por su servicio pastoral, su compromiso con la fe y su martirio durante la persecución religiosa en España. Nació el
13 de diciembre de 1866 en
Barcelona, España, y fue asesinado por odio a la fe el
15 de octubre de 1936 en
San Andrés de Palomar (Barcelona) durante la Guerra Civil Española, un conflicto que trajo consigo una intensa persecución religiosa, especialmente contra sacerdotes y religiosos
Vida del Beato Narciso Basté Basté
Narciso Basté nació en una familia profundamente católica, lo que influyó en su temprana vocación religiosa. Ingresó a la
Compañía de Jesús (los jesuitas) a los 15 años, en 1881, y fue ordenado sacerdote en 1898. Dentro de la orden, se dedicó a diversas actividades pastorales y educativas, destacándose por su labor como maestro y confesor.
Una parte importante de su misión fue su trabajo en la
Congregación Mariana, un movimiento laico católico bajo la dirección de los jesuitas, cuyo objetivo era promover la piedad mariana y la vida espiritual entre los laicos, especialmente entre los jóvenes. También se le recuerda por su dedicación al apostolado de los ejercicios espirituales, una práctica esencial dentro de la espiritualidad ignaciana.
Narciso era conocido por su trato afable, su profunda vida espiritual y su compromiso con la evangelización. A lo largo de su vida sacerdotal, trabajó en varias ciudades de España, pero gran parte de su apostolado lo realizó en
Barcelona, donde su presencia fue muy apreciada tanto por sus compañeros jesuitas como por los fieles que acudían a él en busca de consejo espiritual y confesión.
Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, la situación para los sacerdotes y religiosos se tornó extremadamente peligrosa debido a la intensa persecución religiosa por parte de sectores anticlericales. Narciso Basté fue arrestado por su condición de sacerdote y asesinado el
15 de octubre de 1936 en San Andrés de Palomar, Barcelona, a la edad de
69 años. Fue uno de los muchos mártires de la persecución religiosa en España, entregando su vida por su fe.
Curiosidades
Fiel a la Compañía de Jesús: A lo largo de su vida, Narciso Basté fue un miembro fiel de la Compañía de Jesús, abrazando su vocación a través de los valores fundamentales de los jesuitas: el servicio a la fe y la promoción de la justicia. Fue un confesor y guía espiritual incansable, ayudando a muchas personas a profundizar en su relación con Dios.
Perseverancia hasta el martirio: A pesar de las circunstancias adversas durante la Guerra Civil Española y el riesgo que representaba su condición de sacerdote, Narciso nunca dejó de ejercer su ministerio ni de asistir espiritualmente a los necesitados. Su perseverancia y valor lo llevaron al martirio, siendo un claro ejemplo de entrega total a la fe.
Parte de un grupo de mártires: El Beato Narciso Basté es uno de los muchos mártires jesuitas de la persecución religiosa en España. En 2001, fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, junto con otros mártires españoles de la Guerra Civil, como parte de un grupo de
233 mártires, entre los que se incluyen laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas asesinados por odio a la fe.
Labor con la Congregación Mariana: Narciso Basté dedicó muchos años de su vida al apostolado con la
Congregación Mariana, un movimiento muy influyente en la España de la época, especialmente entre los jóvenes y los laicos. A través de esta labor, promovió la devoción a la Virgen María y los ejercicios espirituales, ayudando a muchas personas a crecer espiritualmente.
Devoción mariana: Como muchos jesuitas de su tiempo, Narciso tenía una devoción profunda a la Virgen María, algo que transmitía en su trabajo apostólico. Esta devoción fue un pilar central en su vida, y muchos de los fieles que lo conocieron recuerdan su insistencia en la importancia de la intercesión de María en la vida cristiana.
Legado
El
Beato Narciso Basté Basté dejó un legado de firmeza en la fe, dedicación pastoral y sacrificio. Su vida es un ejemplo de la perseverancia en el sacerdocio y en la misión a pesar de las dificultades, especialmente en tiempos de persecución. Su martirio lo convierte en un testigo valiente de la fe cristiana, y su ejemplo sigue inspirando a muchos en la actualidad.
La Iglesia lo beatificó como mártir en el
11 de marzo de 2001, reconociendo oficialmente su entrega a Cristo y su sacrificio durante la persecución religiosa en España. Su fiesta se celebra el
15 de octubre, día de su martirio.
A pesar de las circunstancias difíciles que vivió, el Beato Narciso Basté es recordado como un hombre sereno y bondadoso, siempre disponible para ayudar a los demás, especialmente en su ministerio de confesión y guía espiritual. En este sentido, su vida es un modelo de entrega total a la misión sacerdotal y a la Compañía de Jesús, y su martirio confirma su fidelidad hasta el final.
En resumen, el Beato Narciso Basté Basté fue un sacerdote jesuita entregado al servicio de la fe y al apostolado mariano, que dio su vida como mártir durante la Guerra Civil Española. Su fidelidad a la Iglesia, su amor por los más necesitados y su valentía en tiempos de persecución lo han convertido en un ejemplo de santidad y testimonio cristiano.