Santa Francisca Romana fue una santa cristiana italiana del siglo XV que fundó la orden de Oblatas de Santa Francisca Romana y es conocida por su dedicación a los pobres y enfermos. Nació en Roma en el año 1384 en una familia noble y se casó con Lorenzo de Ponziani a la edad de 12 años en un matrimonio arreglado.
A pesar de sus obligaciones familiares y matrimoniales, Francisca se dedicó a ayudar a los pobres y enfermos de Roma. Fundó un hospital para ellos en su casa y trabajó incansablemente para aliviar su sufrimiento. También se convirtió en terciaria franciscana, comprometiéndose a vivir una vida de pobreza y caridad.
Después de la muerte de su esposo, Francisca se retiró a la casa de su padre y fundó la orden de Oblatas de Santa Francisca Romana en 1425. La orden se dedicó a ayudar a los enfermos y necesitados, y a enseñar a las jóvenes las habilidades necesarias para convertirse en mujeres piadosas y caritativas.
Francisca murió en 1440 y fue canonizada por la Iglesia Católica en 1608. Su festividad se celebra el 9 de marzo.
La vida de Santa Francisca Romana es un ejemplo de dedicación a los demás y de caridad cristiana. Su trabajo en el cuidado de los pobres y enfermos y su dedicación a la formación de mujeres piadosas y caritativas es un modelo para los cristianos de todos los tiempos.